La semana pasada se celebró en Ginebra una subasta muy esperada. En ella estuvieron presentes algunos de los diamantes más especiales y, por supuesto, también hicieron acto de presencia las mejores marcas de joyas del planeta.
Entre otros, se subastó el "Argyle Phoenix", un imponente diamante rojo que batió dos récords mundiales y que superó con creces todas las previsiones.
¿Cómo es ese diamante? ¿Qué marca de joyas lo adquirió?
El Argyle Phoenix es un diamante de fantasía rojo de 1,56 quilates, con un corte brillante redondo. Procede de la mina Argyle en Australia, famosa por producir más del 90% de los diamantes rojos del mundo. Por cierto, esta mina cerró sus puertas en 2020, después de casi cuatro décadas en funcionamiento.
Los diamantes rojos son extremadamente raros debido a la combinación única de presión y temperatura necesarias para su formación.
El "Argyle Phoenix" debe su nombre a la mitología del ave fénix, que renace de sus cenizas, y al origen de la mina Argyle, símbolo de la renacimiento y la rareza. Este diamante es el más grande de su tipo jamás encontrado en la mina, lo que lo convierte en una pieza histórica desde su descubrimiento.
El "Argyle Phoenix" es notable por su tamaño y por su color. Los diamantes rojos son los más raros de todos los colores de diamantes de fantasía, y su tono distintivo se debe a una distorsión en la estructura cristalina del diamante durante su formación.
Este defecto, llamado "deformación plástica", hace que la piedra absorba la luz de una manera que resulta en un brillante color rojo.
Argyle Phoenix fue la estrella indiscutible del evento. La gema, que inicialmente se esperaba vender por 1,5 millones de dólares, superó todas las expectativas al alcanzar los 4,2 millones de dólares.
Argyle Phoenix" no solo estableció un récord mundial por el precio total de un diamante rojo de fantasía, sino también por el precio por quilate, que se situó en aproximadamente 2,7 millones de dólares.
Laurence Graff, fundador de la marca de joyas Graff, fue el afortunado comprador de esta pieza.
La subasta de Ginebra incluyó otras piezas notables, como un diamante rosa vívido de 6,21 quilates, con una pureza de tipo IIa y una claridad VS1 que se vendió por 11,9 millones de dólares. Este diamante también destacó por su rareza y belleza, siendo uno de los lotes más esperados de la subasta.
Otra pieza que capturó la atención fue la "Reina Amazónica", una esmeralda de 280,84 quilates que se vendió por 3 millones de dólares después de una intensa guerra de ofertas. Esta esmeralda es una de las más grandes de calidad gema que se han presentado en una subasta.
La próxima gran subasta se celebrará el 12 de junio en Nueva York. ¿Deparará nuevos récords y sorpresas?.