La historia de esta joyería comenzó en 1972, cuando Dermot utilizó su experiencia en la reparación de relojes para sentar las bases de un negocio especializado en colecciones de diamantes. Su talento era innato. Se corrió la voz por Dublín y pronto se hizo con un público fiel. Siguió diseñando piezas a medida con gran atención al detalle y materiales de calidad. Hoy en día siguen ofreciendo eso: joyas artesanales de la mejor calidad.
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