Pasa desapercibida pero merece mucho la pena. Su fachada, de apenas un par de metros, deja paso a un joyería santanderina original y de calidad. En Maria Jesús Gil destacan las piezas con piedras preciosas, difíciles de encontrar en otras joyerías. También ofrecen una jugosa variedad de joyas de oro y plata. Atención cercana. Céntrica.
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