Rocas hay muchas, gemas preciosas, pocas. Propiedades inusuales y un color especial convierten a la tanzanita en una piedra preciosa de alto valor. Una de las más caras del mundo.
En geología se le conoce como una variación de la illuderita del grupo de la epidota (también llamada zoisita azul), compuesta de hidróxido de silicato y otros elementos, de tonalidades borgoña, morado y azul.
Este imponente mineral permaneció oculto hasta hace unos 60 años cuando, de forma casual, fue descubierta por el buscador de oro Manuel d’Souza en lo recóndito de las montañas de Tanzania, en África, cerca de las laderas del Kilimanjaro.
Se considera una piedra extremadamente rara porque, a diferencia de otras gemas preciosas, la tanzanita solo se encuentra en un reducido espacio de 4 km en Tanzania.
No existe en ningún otro lugar de todo el planeta.
Según los expertos en geología, las reservas de este mineral son finitas y estiman que la extracción de esta gema se prolongará por un máximo de 15 años más, lo que hace que su valor ascienda.
La tonalidad de la tanzanita varía según el ejemplar y su color depende del porcentaje de cromo y vanadio en su estructura. Estos van desde el azul intenso hasta el violeta (gris opaco).
Según el ángulo desde donde se mire, esta gema preciosa mostrará una saturación distinta del color porque es altamente pleocroica.
Este mineral es de baja dureza. De hecho, es una de las gemas más blandas que existe. Esto dificulta su manipulación y requiere cortes precisos y tratos delicados.
Acompaña y adorna joyas fabricadas en oro y con baño de rodio. Consigue lucir de forma llamativa en pendientes, collares y anillos.
Hay quienes también la utilizan como un elemento de inversión por su alto coste o como pieza de colección.
De hecho, fue la gema preciosa más vendida en los 90 y sigue manteniendo un importante liderazgo, por debajo del zafiro.
Esta gema es una de las favoritas para los orfebres de las grandes casas de joyería. Pero no cualquier joyero puede trabajarla. ¿Por qué?
Porque que es una de las piedras más blandas del planeta. Su manipulación requiere de una habilidad excepcional. Un solo movimiento en falso será suficiente para que la tanzanita se destruya en cientos de trozos.
¿Has oído hablar de Louis Vuitton?, seguro que sí. Esta prestigiosa marca tiene un área de alta joyería que diseñó un broche con tanzanita, diamantes y tsavoritas, una joya a la que bautizaron como “el alma del viaje”.
La afamada firma de joyas madrileña Nicol´s no se quedó atrás y para celebrar el 50 aniversario del descubrimiento de la gema, creó una joya que representa a la diosa Niké y que el diseñador usó para manifestar la lucha por los derechos del pueblo africano.
Tiffany & Co, un referente de lujo y elegancia, fue la primera firma en utilizar y comercializar la tanzanita en la alta joyería. En su catálogo tienen desde unos pendientes de 600$ (con pequeñas pero notables tanzanitas), hasta un anillo con diamantes y una gran tanzanita central en intenso azul, que supera los 14.000$.
Es conocida como la gema de una sola generación, porque sus reservas se agotarán y después solo habrá tanzanitas de segunda mano.
Su nombre original es zoisita azul, pero Henry Platt, vicepresidente la firma Tiffany & Co, pensó que los compradores la rechazarían porque asociarían “zoisita” con la palabra suicidio en inglés.
Casi todas las tanzanitas han sido calentadas, a excepción de algunos ejemplares que fueron extraídos cerca de la superficie y cuyo color azul intenso se debe al calor de la actividad volcánica o incendios en la zona.
¿Recuerdas Titanic?, esa película que lanzó a la fama a Leonardo DiCaprio y en la que Rose (Kate Winslet), tenía un collar llamado “el corazón del mar”.
Ese colgante tenía una gran piedra central en forma de corazón de color azul, no era un zafiro, tampoco un diamante azul. ¿Lo adivinas? Correcto, era una tanzanita. Y fue seleccionada por los productores por su color y brillo.