Considerado como uno de los 5 metales preciosos.
Junto al oro, la plata, el platino y el paladio, el rodio se ha convertido en uno de los elementos más cotizados del mercado, con precios elevados por ser apto para la industria automotriz, espacial, tecnológica y de joyería.
El rodio es un metal de transición blanco plateado, de la familia de los platinoides. Con aspecto similar a la plata.
Desconocido por muchos, el rodio es sumamente escaso y es más caro que el oro.
Aunque su precio puede fluctuar, una sola onza de este metal ha llegado a valer 20.000 euros. Mientras que una onza de oro equivale a 1.616 euros.
Ha sido reconocido como el metal más caro del mundo.
Fue hasta 1803 que este metal no vio la luz del día, al ser descubierto por el químico y físico, de origen británico, William Wollaston. Lo aisló del platino y lo llamó Rhodon (del griego rosa). Aunque es blanco, sus compuestos son de tono rojizo/rosado.
Es poco reactivo y difícil de disolver. Sus propiedades lo convierten en un excelente conductor de electricidad. Además, su reflectancia lo hace único entre los metales (preciosos y no preciosos).
A diferencia de otros metales, el rodio no se encuentra en forma mineral. No hay yacimientos, se consigue dentro de otros minerales como el níquel y el platino.
Sudáfrica es el principal productor de rodio, con un 80% de la extracción (subproducto del platino) y sus niveles van en descenso. Mientras que Rusia es el segundo (subproducto del níquel).
Hay que considerar que la obtención mundial de este metal es de 26 toneladas al año.
Baja producción. Baja oferta en el mercado. Demanda en aumento (por su uso comercial) ¿En qué se traduce todo esto? En elevados precios. De hecho, el rodio ha tenido un aumento de su precio en un 265% en los últimos años.
Muy valorado en la joyería. Tiene dos grandes beneficios:
Su elevado precio hace que no sea común encontrar joyas fabricadas en su totalidad en rodio. Por lo general, las firmas de joyería lo aplican junto a otros metales nobles como el oro (blanco) y la plata.
En resumen, lo que encontrarás en joyería serán accesorios bañados en rodio.
El baño de rodio es un proceso que se utiliza para cubrir joyas fabricadas con otros metales y añadirles un revestimiento para un acabado brillante y más duradero, lo que brinda longevidad a las piezas.
Uno de los métodos para este revestimiento es la galvanoplastia. Permite la adherencia permanente del rodio a la superficie del metal.
Los revestimientos en rodio varían según el grosor y la calidad de la técnica. Pueden durar entre 6 meses y más de 10 años.
La firma Cartier tiene desde brazaletes hasta gemelos, pasando por pendientes y relojes dentro de sus distintas colecciones que han sido “rodiadas”.
Una de ellas es la colección Panthère: gemelos, anillos, cadenas y relojes. Toda ella fabricada en oro blanco, incrustación de diamantes (entre otras gemas preciosas) y bañadas en rodio. El precio del reloj Panthère es de 267.000 euros.
Swarovski es otra marca internacional que ha incorporado baño de rodio a sus joyas. Colecciones como Millenia y Chroma han sido rodiadas para aumentar su calidad. En total, esta firma cuenta con más de 300 accesorios con rodio.
El rodio es resistente y le añade calidad a las joyas para evitar su desgaste.
Por desgracia, no es eterno.
Si quieres prolongar su durabilidad, entonces debes diluir champú o jabón líquido neutro en agua tibia. Esta mezcla te servirá para limpiar las joyas bañadas en rodio con ayuda de un cepillo de cerdas suaves. Para secar, se deben usar paños de microfibra.
Recuerda que los químicos y abrasivos pueden acortar la vida del baño de rodio (suelen ser chapados con finas capas). Por ello, antes de usar la joya, deja secar maquillaje y perfume.
Para su mantenimiento, te recomendamos que tras su uso, almacenes el accesorio de forma individual para prevenir el desgaste. Evitando en la medida de lo posible guardarlo en cajas de madera.