Más allá de diamantes y rubís la naturaleza nos ofrece una increíble cantidades minerales y rocas. Algunas poco conocidas han dejado de estar en la oscuridad y son frecuentes en los accesorios de la alta joyería moderna, para adornar diseños y colecciones enteras.
Una de estas es la malaquita.
En geología, es catalogada como un mineral del grupo de los carbonatos.
Su brillo y belleza han hecho que la malaquita haya pasado de ser un mineral secundario del cobre a ser reconocida como una piedra semipreciosa.
La malaquita tiene un color verde intenso. Las puedes encontrar en verde azulado y también en verde esmeralda.
Este mineral está relacionado con el cobre y se encuentra en sus yacimientos.
Los ejemplares de mayor tamaño se han hallado en Rusia y hay minas importantes, pero de baja producción, en Katanga, Zaire, Zimbawe, Chile, Australia, Israel, Reino Unido y Francia.
También hay yacimientos de malaquita en España, en zonas como Santander, Huesca, Gerona y Asturias.
¿Sabías que la malaquita es muy antigua? Los datos apuntan a que era usada en el antiguo Egipto y los arqueólogos aseguran que hay yacimientos que se remontan hace más de 3 mil años.
¿Para qué se usaba por aquel entonces? El color de la malaquita la hacía tan atractiva antes como ahora. Los egipcios la trituraban y aprovechaban su color como pigmento.
Sus usos no quedaban allí.
A la roca se le han conferido múltiples virtudes que varían según la cultura y civilización (griegos, egipcios y romanos). Las propiedades de la malaquita han sido curativas, para ornamento, e incluso esotéricas.
Se creía conveniente para la fertilidad, por lo que fue (y es) un amuleto para dar vida. Y también para proteger contra los maleficios de la oscuridad.
Otra creencia apuntaba a que beber vino en una copa de este material permitía entender a los animales. Fue usada de forma medicinal como anestésico, contra el reumatismo y el cólera.
Rusia es el país que posee las piezas más destacadas de malaquita verde.
Durante la época zarista, se usaba para el ornato. Hasta tal punto que las columnas principales de la iglesia de San Isaac en San Petersburgo están decoradas con malaquita.
Además, dos candelabros, una copa y una tabla fabricados en malaquita, fueron entregados como obsequios a Napoleón Bonaparte por parte del zar ruso. Estas obras de arte puedes apreciarlas en el Hermitage de Leningrado.
Este mineral tiene una dureza débil y, esta propiedad, junto a su color, lo hace perfecto para la joyería.
Combinada con oro rosa y diamantes, Cartier apuesta por la malaquita para su colección Amulette. Un diseño moderno, minimalista y enérgico. Una joya exquisita de 18 quilates y coste superior a los 13.000 euros.
Si te gusta la innovación de la marca Chopard y te sientes atraído por la malaquita, te contamos que tienen un brazalete llamado Happy Hearts, que combina oro y este mineral.
¿Has escuchado de la firma Bulgari? Seguro que sí. Esta importante marca introdujo en su colección Divas´Dream, un collar fabricado en oro rosa, diamantes y ¿adivina?, malaquita. Una pieza que expide elegancia y sofisticación.
Otra marca que ha incorporado joyas de malaquita en sus colecciones es Nicols, con el modelo Rock Star. Se trata de un colgante fabricado en oro, con una medalla de estrella asimétrica, pequeñas incrustaciones de diamantes y predominante verde de la malaquita.
La casa de alta joyería Boucheron, celebró su aniversario 160 con la colección Serpent Bohéme. Un diseño vanguardista y sensual que incluyó unos pendientes confeccionados en oro amarillo, malaquitas y diamantes. Una pieza tan seductora como costosa. Supera los 14.000 euros.
Las joyas deben limpiarse, esto postergará su deterioro y garantizará un mejor brillo al lucir los accesorios.
La malaquita no escapa de este mantenimiento. Además, hay quienes aseguran que la limpieza ayuda a mejorar sus cargas energéticas.
Para limpiarla, toma un recipiente amplio y vierte en él agua y sal marina. Una vez diluidos los ingredientes introduce la pieza durante un par de horas. Al retirar, seca con un paño suave y si quieres recuperar su brillo, aplica un par de gotas de aceite de oliva sobre la superficie y frota en forma circular.