El acero quirúrgico es un tipo de acero inoxidable.
Con dos grandes diferencias: es más resistente a la corrosión y es hipoalergénico.
Además de ser una aleación de hierro y carbono (como todos los aceros), el inoxidable quirúrgico contiene cromo (entre 12 y 20%) y molibdeno (2 y 3%).
Sus componentes ayudan a que incremente su resistencia y postergue la corrosión.
Aunque hay varios tipos de acero quirúrgico, los más comunes son el acero inoxidable austenítico 316 y el acero inoxidable martensítico 440 y 420. Es con estos materiales con los que se fabrican piezas utilizadas en las salas de operaciones, tales como bisturís, tijeras, pinzas, implantes ortopédicos y dentales, fórceps, entre otras.
Flexibilidad. Resistencia. Hipoalergénico.
Estas palabras definen al acero quirúrgico, por lo que no es de extrañar que la industria de la joyería lo haya reclamado para la fabricación de sus piezas.
Metales como el oro y la plata suelen ser buscados porque no generan alergias en la piel. Sin embargo, no están del todo "exentos" de producirte alergias. Algo que no ocurre con el acero quirúrgico. Además, su precio es más asequible que el oro o la plata.
Su aspecto estético, su baja corrosión o su facilidad para limpiarlo y esterilizarlos son algunas de las grandes ventajas del uso en joyas de este tipo de acero.
Pulseras, anillos, collares, pendientes... Todo lo que la imaginación de un joyero abarque se puede fabricar en acero quirúrgico. Además, es versátil y noble. El color de su superficie es variable según las necesidades de la alhaja (acero, cobre, oro), e incluso obtener distintos acabados (rayado, satinado, pulido brillante).
La creación de joyas en acero quirúrgico está en plana tendencia y es común ver piezas como anillos fabricados en esta materia prima con decoraciones, así como con inscripciones y grabados.
Todo esto lo convierte en un material perfecto para la joyería. Combina muy bien con gemas, piedras y también con otros metales, porque admite el baño de oro y plata.
El acero quirúrgico es moldeable y con un alto nivel de resistencia. Esto hace que las joyas pasen la prueba del tiempo y sean duraderas.
Este componente no necesita de aleaciones con otros metales para obtener dureza. Sin embargo, como ya lo explicamos, admite los baños de metales preciosos. Además, es resistente a golpes y poco probable que la superficie se vea comprometida por ellos.
El precio del acero inoxidable quirúrgico es más barato que el de metales preciosos, pero con las mismas propiedades y sin generar alergias o reacciones a la hipersensibilidad.
Al ser un metal popular en la joyería por sus propiedades, su uso se ha extendido, por ello encontrarás gran cantidad de modelos y piezas fabricadas con él. Cadenas, amuletos y zarcillos, todos estos pueden ser usados incluso por bebés con los lóbulos de orejas recién perforados.
Como te has podido dar cuenta, el acero quirúrgico trae consigo grandes beneficios, pero si todavía tienes dudas… Recuerda que no se oscurece, no cambia de color, no se deforma y tampoco pierde su brillo.
En resumen, con orfebrería de acero quirúrgico poseerás una joya resistente, de bajo mantenimiento y que conservará sus propiedades intactas tal como el primer día.