El oro es un metal precioso, elegante y duradero. Es uno de los favoritos en la industria de la joyería para elaborar piezas de alta calidad.
Comprar piezas de oro es una inversión. Además, es perfecto para combinar con otros metales y destacar la majestuosidad de las gemas.
La variedad del oro rosa es una de las más buscadas en las firmas de alta joyería y está presente en un sinfín de colecciones con aros, collares, pulseras, broches y mucho más.
El oro rosa cumple con todas las características propias del oro convencional, pero con una tonalidad más delicada y poco frecuente, lo que lo convierte en una variedad exquisita.
El oro rosa no viene así de la naturaleza. Y, por tanto, no se extrae de las minas con este color.
Al igual que el resto de las tonalidades de oro simplemente es oro amarillo.
Su color no es más que una creación del hombre a partir de la unión del oro amarillo convencional con otros metales de tonalidad rojiza. Como resultado de estas aleaciones, se obtiene el color delicado que conocemos como “oro rosa”.
Pero tampoco te confundas, no por ser una aleación es de menor calidad que el otro amarillo o el oro blanco. Recuerda que, el oro puro es casi inexistente en la industria de la joyería (oro puro solo se usa para los lingotes).
El motivo de no usar oro 100% puro es por las características y propiedades del metal: el oro es de baja dureza (2,5 en la escala de Mohs) y para ser trabajado es necesario combinarlo con otros metales que le aporten mayor resistencia.
De modo que una pieza de oro rosa puede ser tan pura como una joya de oro amarillo. Ambas pueden tener la misma cantidad base de oro y el resto en otros metales (que serán los que le darán la tonalidad particular).
En este tipo oro se pueden diferenciar dos tonalidades de rosa, uno rosa claro y otro rosa oscuro o rosa intenso.
La diferencia entre ambas tonalidades está en los otros metales que se añaden a la mezcla. En el caso del otro rosa ligero, la composición resulta al unir el oro amarillo, con plata y cobre (en menor cantidad).
En caso de que la pieza sea de color rosa intenso, entonces la mezcla tendrá la base de oro amarillo (22 o 18 quilates) menor contenido de plata y mayor porcentaje de cobre.
Hay que partir de la premisa que el oro puro es de 24 K, de modo que en la tonalidad rosa la pureza absoluta no existe.
Las piezas fabricadas en 22K son las más puras que encontrarás en el mercado. Para el oro rosa de 22K, los orfebres usan una base de 91.7% de oro puro y el restante en otros metales.
En caso de que la tonalidad sea rosa ligero, entonces el porcentaje restante es de 1,67 de plata pura y 6,63 en cobre.
En joyería lo más frecuente son las joyas fabricadas en oro rosa de 18 K. Tienen un alto porcentaje de oro puro y su calidad es alta.
La pieza está fabricada con un 75% de oro puro, mientras que el 25% restante son aleaciones en otros metales como la plata y el cobre (más de uno u otro según la intensidad de color).
Es poco frecuente encontrar joyas de rosa de 14K, pero no imposible. Esta denominación supone que para crear la pieza se usó una proporción de 58,5% de oro puro y el porcentaje restante en plata pura y cobre.
Las joyas de oro de 14K y 9k son de menor calidad y requieren mayor mantenimiento porque su porcentaje de oro es reducido.
Esta tonalidad de oro es una de las más bonitas, sutiles, originales, románticas y por ende, demandadas entre la clientela.
Sin embargo, estas características no inciden en su coste. Su precio es el mismo que el del oro amarillo y será este último el que dicte el coste del oro rosa.
En otras palabras, el precio del oro rosa variará de acuerdo con su grado de pureza y será el mismo precio que el del amarillo, siendo más caro en ambos casos el de 22K.
La calidad del oro es alta, lo que hace que las piezas fabricadas en este metal sean duraderas y permanezcan inalteradas durante años.
Mientras mayor porcentaje de oro tenga, mayor será también su calidad. Pero recuerda que el oro rosa está combinado con cobre (metal de menor calidad), de modo que no está exento de sufrir desgastes.
Con cuidados y limpieza se pueden preservar sus características y brillo.
La limpieza de las joyas de oro es sencilla, pero no olvides dejar secar bien las piezas antes de guardarlas.