Todo buen amante de las joyas debería reconocer un diamante verdadero de uno falso.
¿Cómo saber si un diamante es verdadero? Te vamos a dar algunos trucos caseros que te ayudarán a verificar la autenticidad de la gema desde tu propio hogar.
De todas formas, para asegurarse al 100% de su veracidad, te recomendamos que le lleves la gema a una buena joyería. Puedes consultar nuestro listado de mejores joyerías (nacionales e internacionales). Te dirá, a ciencia cierta, si se trata o no de un diamante.
Los diamantes son formaciones maravillosas de la naturaleza y esto hace que tengan imperfecciones en su estructura, mientras que las gemas creadas son perfectas.
Para verificar si se trata de un diamante, toma una lupa y revisa la roca. Debe tener imperfecciones y las esquinas triangulares (un diamante falso tiene las esquinas redondeadas).
También puedes colocar la gema sobre un papel escrito. Si eres capaz de leer a través de él, es un diamante. Si por el contrario es opaco y no te permite ver el texto, es una imitación.
Los diamantes auténticos son extremadamente brillantes. Sin embargo, al analizar esta roca a detalle notarás que el interior es grisáceo, pero hacia la superficie refleja los colores del arcoíris. Por el contrario, en las rocas falsas el brillo vendrá desde adentro de la gema. Esto puede ser complicado de comprobar con las joyas de diamantes, ya que vendrá el diamante engastado.
Otra forma de verificar un diamante por su brillo es con un papel de periódico. El resplandor de un diamante de verdad pasará a través de este papel porque su índice refractivo es alto. Un diamante falso trasmitirá un color negro (del periódico).
Es el método más invasivo, pero también es una de las técnicas más eficientes.
Un diamante es una roca de material duro, (10 en la escala de Mohs). Por eso, si te arriesgas a pasar una lija en su superficie, no pasará nada. En cambio, si es falso la roca se rayará.
Coloca la roca que vas a verificar frente a tu boca y deja escapar aire (vapor). Al hacer esto en un diamante auténtico, no se empañará. Se mantendrá transparente.
Esto ocurre porque el diamante es una gema capaz de dispersar el calor. Un diamante falso se empañará por un par de segundos.
Una forma para distinguir un diamante real de una falsificación es con un vaso de agua.
Llena un vaso o recipiente con agua e introduce el “diamante”. Si la roca se va hacia el fondo, vas por buen camino y hay una alta posibilidad de que sea verdadero. Si la roca flota, lamentamos informar que tu diamante es más falso que una moneda de 5 euros.
Las gemas verdaderas son densas y pesadas, por eso irán al fondo.
Saber si un diamante es verdadero está (muy) bien, pero en este mundillo encontramos confusiones. El diamante muchas veces es confundido con el brillante o, incluso, con la circonita. Pero, ¿es lo mismo? ¿Qué diferencia existe entre estos términos?
La circonita es una gema hermosa, muy similar a un diamante. Son casi iguales, pero se diferencian en su origen. Mientras que un diamante es una roca natural, una circonita es creada y nace del óxido mineral de zirconio y un metal de transición.
En resumen, una circonita es un diamante sintético.
Si compras una joya de calidad y no es un diamante, por ley, la pieza debe tener las siglas “C.Z”. Esto quiere decir que la gema no es genuina y las siglas son para designar “Zirconia cúbica”.
Otra forma de diferenciar un diamante real de una circonita es por el precio de la joya. Si es muy barato, no es un diamante. Ten en cuenta que los diamantes genuinos tienen purezas y uno de baja calidad (pero legítimo) ronda entre los 900 y los 1.500 euros el quilate.
Otra método es fijarte en su dureza. Ya explicamos que los diamantes genuinos son duros, los sintéticos no tanto. En la escala de Mohs la zirconia tiene entre 6,5 y 7,5 puntos (el diamante tiene 10).
Finalmente, ambas piedras son parecidas, pero los diamantes son brillantes, traslucidos y transparentes, la circonita puede ser opaca.
Ambas palabras se usan para referirse a la misma gema. Sin embargo, no son lo mismo.
La palabra "diamante" se usa para referirse a la roca. Mientras que el término “brillante” se utiliza para hablar sobre la talla o corte del mismo diamante (o de otra gema preciosa).
Un diamante puede tener diferentes tallas (brillante, corazón, pera...etc.). El diamante en corte brillante tiene un brillo superior y es el diamante más exclusivo.
Dicho de otra forma, el brillante es un tipo de talla para cualquier gema o roca. Una esmeralda, por ejemplo, también puede tener talla brillante (o no).
Otra forma de saber si un diamante es verdadero es estar atento a los detalles: una gema sintética no suele adornar metales preciosos, mientras que un diamante estará sobre piezas de joyería fina.