El oro, uno de los metales preciosos más apreciados, no sólo se destaca por su valor en el mercado, sino también por ser el material predilecto para la fabricación de joyas.
Aunque este metal no se oxida y suele conservar sus propiedades a lo largo de los años, con el tiempo, puede perder su brillo característico (el oro también puede oscurecerse). Por eso, saber cómo limpiar las joyas de oro es esencial para mantenerlas relucientes.
Te damos trucos simples y sencillos. Solo necesitas un cepillo de dientes viejo. Recuerda que estos consejos son para piezas fabricadas en oro de Ley, tanto oro amarillo, como rosa u oro blanco. Para baños o bisutería el procedimiento utilizado sería distinto.
Es uno de los procedimientos más sencillos. Necesitarás algunos implementos como cepillo de cerdas suaves, paño de microfibra o algodón, jabón líquido neutro, un recipiente y agua (puede ser con gas). Sigue estos pasos:
Si la suciedad y ennegrecimiento son muy elevados, añade a la mezcla jabonosa un par de gotas de amoniaco.
En este caso necesitarás de papel aluminio, bicarbonato de sodio, un recipiente de cerámica, un cepillo de cerda suaves, un paño de microfibra y agua (hirviendo y fría).
Puedes agregar a la mezcla un poco de vinagre. Al mezclarse con el bicarbonato su poder de limpieza será superior.
Si no te convencen las técnicas anteriores, puedes usar un dentífrico. Este truco casero permite "pulir" el oro y sacarle un poco más de brillo. Porque la pasta de dientes tiene pequeños abrasivos que harán un buen trabajo en tus joyas de oro.
En algunos casos, dependiendo del nivel de suciedad y del color oro, puede que sea necesario que repitas el procedimiento hasta conseguir el brillo deseado.
Recuerda esperar que las joyas estén totalmente secas para guardarlas en tu joyero. Y evita almacenarlas todas juntas o con otros metales.
Fácil y rápido. Con estos trucos puedes recuperar el brillo de tus joyas de oro sin salir de casa. Limpiar las joyas de oro es fácil (y rápido).