El compromiso es uno de los eventos más importantes y románticos en la vida.
Para sellar y consolidar este momento es costumbre entregar un anillo de compromiso. Por lo general, estos anillos tienen una pequeña gema genuina, (normalmente un diamante), que es la muestra del amor puro y verdadero.
Lo primero es diferenciar. Por un lado, está el anillo de pedida o de compromiso y, por otro, el anillo de matrimonio (lo que conocemos como alianza). Es frecuente que se confundan y que se use el mismo nombre para referirse a ambos.
No son lo mismo: el anillo de pedida (compromiso) suele ser más llamativo y ostentoso. Suele considerarse como un obsequio que el novio regala a la novia para demostrar su afecto y su intención de consolidar una vida juntos.
No hay una regla general, pero sí algunas tradiciones.
El denominador común es que sea una pieza delicada y exquisita fabricada en oro (el más común es el oro blanco).
Para esta joya, el diamante es la roca tradicional. Esta gema es fascinante, la más dura y pura de la naturaleza. Su incorporación en la alianza está cargada de simbolismo.
Lo griegos llamaban al diamante “adamas”, que se traduce como indestructible. Tal y como debe ser el compromiso de amor, una muestra de fidelidad y fortaleza.
Sin embargo, en la actualidad, otras gemas han ido ganando terreno. Ahora también es común ver algunos anillos de compromiso con esmeraldas. Una piedra delicada, pero algo menos ostentosa.
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Al ser el diamante la gema escogida, prevalece el oro blanco frente al amarillo porque este último absorbe la luz que desprenden los diamantes y no luce tan llamativo. Pero hay modelos con oro amarillo e incluso rosa.
En cuanto al diseño, este varía de acuerdo al gusto. El más habitual es el popularizado por la casa de joyas Tiffany en 1886, llamado el solitario. También hay otros modelos con estilo vintage que se inspiran en la época victoriana.
Además, hay algunas estéticas que presentan tres rocas. Cada una simboliza las etapas de la pareja: pasado, presente y futuro.
Otro modelo que lidera los gustos es el Eternity, un diseño con piedras juntas a lo largo de la montura.
Además de estos clásicos hay otras estéticas diferentes que se ajustan a otros gustos y es también frecuente crear un nuevo diseño. Las tendencias cambian y la idea es que el modelo sea del gusto de quien lo lleve.
Los anillos más clásicos y tradicionales son los que llevan diamantes traslucidos. Sin embargo, es común ver piezas de compromiso con gemas de otros colores. Esta moda la han impuesto las estrellas, celebridades y hasta las familias reales.
Para salir de la norma convencional, pero continuar apegados a las tradiciones, algunos anillos de compromiso tienen diamantes rosas, diamantes amarillos, diamantes verdes e incluso marrones, así como otras gemas y diseños únicos.
Por ejemplo, Hailey Baldwin recibió de Justin Bieber un anillo con un diamante de 10 quilates de talla ovalada en un anillo de oro. El modelo fue diseñado por el cantante junto al joyero Jack Solow & Co.
En el caso de Victoria Beckham, se casó en 1999, pero es amante de los anillos de compromiso. Tiene 14 de ellos, cada uno con diferentes tallas y gemas. Esmeraldas, zafiros, rubís, todos con una belleza única.
Beyoncé recibió de su ahora esposo Jay-Z un anillo de compromiso con un diamante de talla esmeralda de 18 quilates. La pieza es obra de Lorraine Schwartz.
Mientras tanto, el anillo de Priyanka Chopra es de oro blanco de Tiffany & Co. Tiene un diamante talla cojín, junto a dos diamantes de talla triangular.
La modelo Heidi Klum posee un anillo clásico, un halo de zafiro y diamantes, con dos diamantes de talla princesa en un anillo de oro blanco.
Si hablamos de la realeza, Kate Middleton posee el anillo de la princesa Diana. Es una pieza con un zafiro de 18 quilates y 14 diamantes. Mientras tanto, la princesa Eugenia tiene uno con un zafiro enmarcado con diamantes blancos.
Otra pieza icónica es la de Jackie Kennedy, un anillo de oro amarillo de Van Cleef & Arpels con una esmeralda de 2,84 quilates y un diamante de corte radiante de 2,88 quilates. Además, está rodeado de diamantes redondos y marquesa.
Otro anillo que dista de lo convencional es el de Eva Longoria. Tiene un rubí central rodeado de diamantes.
Los modelos son variados, los diseños pueden salir de la creatividad de cada quién, también se puede optar por los clásicos. En cuanto a los precios, estos varían según los quilates de la gema, lo añadidos, el material y hasta la marca.
Un anillo sencillo puede partir de los 500 euros. Mientras que algunos modelos más elaborados pueden comenzar desde los 1.000 euros. A partir de ahí, no hay un límite.
Al final, lo único importante más allá del diseño, firma y tendencia; es que le guste a la afortunada. Recuerda que ya sea elegante, sencillo, sofisticado o vistoso, el anillo debe representar a la pareja y a la relación porque simplemente es la muestra de la unión y el compromiso.